LABROS

Periódico de la Asociación de Amigos de Labros



Núm. 20
Verano 2001




Paseo
virtual
por
Labros




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EDITORIAL: 20 AÑOS NO ES NADA

Dice el tango que "veinte años no es nada" pero para quien hoy tenga menos de 27 es mucho: toda su vida ha crecido conociendo un pueblo que en poco se parece al que había antes. "¿Por qué no nos proponemos hacer algo por Labros?", dijimos en la reunión de la Casa Lugar, hace dos décadas, recién estrenada la democracia, cuando parecía que la desidia y el abandono sepultarían el pueblo. Con entusiasmo, con desinterés, con sacrificio, pero con un espíritu colectivo generoso -que puede simbolizar nuestro Portegao comunitario- se han ido superando etapas: rehacer la fragua como centro de reuniones, arreglar el frontón, recuperar pairones, rotular calles, organizar fiestas, producir cachivaches de recuerdo, exponer artilugios, editar este periódico año tras año...

Repasar los 20 años desde estas páginas supone decir muchos adioses a quienes nos han dejado para siempre, pero a la vez contemplar un espejo lleno de vida y de disfrutes. Y también sentir codo a codo la vitalidad de quienes han ido creciendo y son ahora los jóvenes que se incorporan a las tareas de responsabilidad necesarias para que la Asociación, y en definitiva el pueblo de Labros, tenga una razón de ser.

En entender y valorar lo nuestro hemos puesto mucho empeño; y ahí están, sólo en el 2001, ejemplos como el calendario del pueblo con fotos, la buena noticia de la restauración del arco románico, o el mapa con los nombres de nuestros parajes. Son raíces que se adentran en dichos, costumbres, restos, apellidos, paisajes, cariños de siglos de existencia. Pero al mismo tiempo, igual que hace 20 años presagiábamos que la vida en el campo se transformaría en algo que para la mayoría nada tendría que ver con una existencia solamente pendiente de las cosechas, hoy sabemos que dentro, pero sobre todo fuera, cada vez es más valorado cualquier espacio de pura naturaleza, incontaminado, en familia, donde el silencio se nota y la mirada se pierde. Eso también es Labros.