Una de las ilustraciones de Jorge Gabal para el cuento
ANTÓN CASTRO | Trini Gallart (Binéfar, Huesca, 1966) es maestra de Educación Infantil y vivió un curso inolvidable 2017-2018 en Canfranc donde realizó un proyecto educativo con sus alumnos. Cada vez que amagaba con bostezar, los chiquillos ya sabían que les iba a contar un cuento. "El curso fue tan estimulante, que decidí traspasar la experiencia al papel y así nació 'La Bruixona y sus primeros viajes por Aragón', donde se cuenta la historia de una bruja muy especial, grande, distinta y suave, que tiene una especial percepción hacia los colores, las fiestas, la alegría, etcétera".
Desde niña poseía un don: su rostro cambiaba de color y no solo eso, tenía la facultad de que, en determinadas ocasiones, fuese como un mapa de Aragón y de algunos de sus pueblos. "En el cuento suceden muchas cosas. En los tres primeros capítulos, a modo de presentación de sus rasgos, se hace un retrato de ella y de sus virtudes mágicas. No se sabe muy bien cómo es su cara. Gracias a un caldero, posee la facultad de trasladarse por los aires y, sin escoba propiamente, se desplaza a diferentes lugares para contar cómo es Aragón". El Aragón festivo y legendario. Cuando acabó los relatos, Trini Gallart buscó un ilustrador, el joven Jorge Gabal, y publicó el libro en el sello La Hojarasca.
Trini Gallart, una profesora de Binéfar, afincada en Zaragoza
y con plaza en Nonaspe
La Bruixona, cuya faz va cambiando, recorrerá ocho lugares de Aragón. En Huesca, por ejemplo, en la ermita de San Jorge, le contará a un niño el misterio de la metamorfosis de su cara y le recordará que nació un 23 de abril. "En Zaragoza viene a las fiestas del Pilar y al descender se mojará en el Ebro -explica Trini Gallart, que actualmente ejerce en Nonaspe-. Y allí le suceden diversas aventuras, sobre todo con los gigantes. Los cabezudos son fascinantes, a los niños los atraen mucho, en particular el tragachicos, pero yo querían dar una imagen de los gigantes, que son majestuosos, elegantes, de hermoso porte, y mi heroína se cita especialmente con el rey".
A Tarazona la Bruixona llega en verano durante la fiesta del cipotegato. "Siempre surge algún problema que ella debe ayudar a resolver. Y se produce una aventura entre los tomates maduros y los tomates verdes. En todas las historias hay una propuesta de Educación para la salud y la Educación en valores, y aquí también", explica. En Saravillo, se centra en la fiesta de los trucos; en Laspuña acude a la fiesta de las navatas y debe ayudar a construir una embarcación y a resolver algunos conflictos. "En Canfranc quería narrar una historia navideña y lo hago mediante la tronca, abandonada y sola, a la que se le da vida. En Cetina se encuentra con los contradanceros y colaborará con ellos en la solución de otro conflicto", confiesa Trini Gallart.
La Bruixona, que es una bruja prodigiosa y benefactora, también acude a Teruel. "Aquí la historia sucede en la escalinata y se narra no la historia de Diego e Isabel, a la que también se alude, sino la de la torre inclinada de San Martín. Ese relato de dos jóvenes que amaban a la misma mujer", dice Trini Gallart, y cuenta que todo el libro tiene dos polos, por decirlo así: una parte fantástica, ligada a los cuentos de encantamiento, y otra más realista, vinculada con el Aragón más cotidiano, "lleno de fiestas y tradiciones".
Trini Gallart dice que le gustan mucho los cuentos. Cita a Anna Lienas, a los hermanos Grimm, a otros autores clásicos como Andersen y Perrault, etcétera, y confiesa que siente una debilidad especial por algunas editoriales infantiles como Kalandraka.
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Heraldo de Aragón (19-1-2021)
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