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Las obras reducen a un solo carril el 40% de
la autovía entre Zaragoza y Calatayud


Los dos carriles en dirección a Madrid se dividen
en uno único por sentido (Foto: Aránzazu Navarro)

CRISTINA ADÁN. Zaragoza | De los 81 kilómetros que separan Zaragoza de Calatayud por autovía, 32 son de un único carril. Las obras de mejora en el trazado y el firme de la A-2 convierten cuatro de cada diez kilómetros de la distancia que separa la plataforma logística Plaza con la última salida para acceder a Calatayud en un recorrido más propio de una carretera nacional. Los necesarios trabajos de mejora comenzaron en enero del 2010 después de unos meses de parón y se esperan concluir antes del próximo verano.

La autovía puede tomarse desde la autopista AP-2 o desde la antigua N-II (saliendo de la ciudad por los Enlaces) y, en ambos casos, se circula por tramos en obras. Al poco de incorporarse a la autovía, obliga a circular por un único carril. La zona de obras, que va cambiando según avanzan los trabajos, se concentra ahora en el tramo entre la capital aragonesa y La Almunia. De los 43 kilómetros que separan un punto de otro, en 28 hay un único carril por sentido.

Pero no es este el único peligro de la principal arteria que conecta Madrid con Barcelona. A la circulación en doble dirección se suman desvíos repentinos indicados con señales de obra y conos, giros cerrados, salidas cortadas, accesos modificados, carteles indicadores de nula visibilidad y marañas de líneas en las que se entremezclan las rayas amarillas de obra con las blancas habituales y que pueden confundir a los conductores.

Para los transportistas, el principal problema se da en los giros bruscos y repentinos para pasar de dos carriles a uno o viceversa. A la mala ubicación de unos, en pendientes pronunciadas o cambios de rasante, se suman las curvas cerradas de otros que dejan poco espacio para que puedan girar los vehículos pesados.

A la restricción de tráfico puesta en marcha por la Administración central con el objeto de ahorrar combustible que obliga a circular a un máximo de 110 kilómetros por hora, se suman las limitaciones de los tramos en obras, que limitan la velocidad a 80 km/h y 60 km/h, según los tramos. Esto hace que el tiempo para cubrir el tramo entre Zaragoza y Calatayud sea aún mayor. Además, los viernes y los domingos suelen repetirse los atascos de tráfico que ralentizan aún más la circulación por esta vía. Justo ayer se registraron a última hora de la tarde unos dos kilómetros de retención en dirección hacia Zaragoza a la altura de Calatorao, según informaron desde Gestión de Tráfico. Esto hace que algunos conductores busquen rutas alternativas, como el desvío por Alfamén para enlazar con la Autovía Mudéjar (A-23).

La salida del hotel El Cisne, poco después de Plaza, o la de acceso al municipio de Calatorao están anuladas, lo que obliga al conductor a dar un rodeo de varios kilómetros. Además, algunas de las señales indicadoras de los accesos modificados están colocadas en lugares con escasa o nula visibilidad, como en la entrada al polígono de La Almunia y al pueblo, o en un tamaño muy pequeño que no permiten verlas con anticipación, como en el caso de la salida de Marivella, en Calatayud.

Poco antes de acceder al túnel que está en la subida del puerto de Morata de Jalón, las líneas amarillas que hace unas semanas desviaban el tráfico por uno de los dos carriles en dirección hacia Zaragoza confunden al conductor. Además, las balizas no cierran el paso de los vehículos.

A todo esto se suma la peligrosidad de algunas zonas en las que los baches y los socavones son una constante. De hecho, esta es una de las mejoras que se están llevando a cabo con las obras para renovar 200 kilómetros de la A-2 que separan Alfajarín del límite con las provincias de Soria y Guadalajara.

Reducir la accidentalidad

El objetivo de estos trabajos financiados por Fomento es mejorar la seguridad de la vía y reducir la accidentalidad debido al elevado número de salidas de vía que se registra en la A-2, la autovía más antigua de España, inaugurada en 1989.

El proyecto de las obras incluye la mejora del radio de algunas curvas, la corrección de peraltes y la construcción de nuevos enlaces. Una de las actuaciones más destacadas es la eliminación de la peligrosa curva de bajada de La Muela, que cambiará su trazado. Según Fomento, los trabajos estarán finalizados antes de junio de este año y con ellos se habrá modificado casi la mitad del trazado.

Heraldo de Aragón (28-3-2011)

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