En la constante búsqueda de nuevas formas de vinificación y crianza que nos permita elaborar vinos con identidad y originalidad, Bodegas San Alejandro ha adquirido unos nuevos depósitos de hormigón con forma ovoide que permiten aportes de pequeñas cantidades de oxígeno de forma natural en el vino (a través de pequeños poros del cemento) y con ello más intensidad de aromas. Además da una crianza diferente y más compleja, ya que añaden un sutil movimiento interior de las lías y moléculas del vino, este movimiento se traduce en vinos más intensos y grasos.
Se trata de un tipo de elaboración sin cesión de notas de roble para que la fruta sea el componente principal de los aromas y sabores.
Se construyen en hormigón armado con la última capa interior de cemento puro. El volumen de vino es de 2000 litros, por tanto se dedican a pequeños lotes de crianza con un destino de alta gama.