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Las mariposas sueltas
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Demolición del Arco Iris
AUTOR: Ángel Petisme
EDITORIAL: Ediciones Baile del Sol
Páginas: 107
ROBERTO MIRANDA | Recopilación de textos publicados de forma suelta en diferentes épocas. Deviene un manual de fogonazos en los que el autor, quizá sin proponérselo, se refleja de forma poliédrica: Tan pronto se come el mundo como implora socorro.
El bilbilitano Ángel Petisme es un cazador de mariposas que en lugar de clavarlas en la pared prefiere dejarlas vivas y sueltas por el cuarto para que vayan a arracimarse al cristal buscando el campo, a chamuscarse las alas en el tubo del radiador, o a elegir los espacios afines a sus tonos para camuflarse. Demolición del Arco Iris es unas veces ese guirigay colorista, desordenado y libre de flaps flaps y otras, un número de circo con las mariposas amaestradas, (lo políticamente correcto), pero en plan lo nunca visto. El libro recopila textos ya publicados del autor para tomos corales de encargo, catálogos de arte o antologías poéticas, y los engarza con glosas apocalíptico-baturras en cursiva que ejercen como marcos sobredorados (totalmente prescindibles) para dar un falso tono de legitimidad cómica al conjunto.
Ángel Petisme piensa en cinemascope y en tecnicolor y se planta ante el poema como el que monta una película en el laboratorio: Una playa cobalto bajo las palmeras / una negra de mirada esmeralda, / ¡no, quita la negra, solo la playa, las palmeras / y el cielo braceando en el mar y logra que suene en los oídos del lector la bronca voz de Luis Buñuel con el jersey, el cigarro y las gafas. Petisme domina muy bien el sistema de clavijas para emocionar, y planta a esa mujer en medio de la noche con el mar revuelto amamantando a Yousuf y rumiando hacia la amenazante Europa: Tú luces un reloj de marca en la muñeca / y yo te traigo el tiempo de una jungla en silencio, /de un amor sin prisas, de una luz no eléctrica.
En los versos de este animoso cantautor de raíz bilbilitana, fortalecido en el duro Madrid de todo el mundo y regresado a un Aragón sonámbulo (tal como él lo mira), resuenan voces de la mejor poesía contemporánea española, como Julio Martínez Mesanza (en el poema El perro de Ulises), de Pere Gimferrer (Atardecer desde el Ferry de Statem Island) o de Jaime Gil de Biedma (La caja negra), sin contar con el último de los profetas: León Felipe. Tiene el libro de Petisme chispazos humorísticos secos y brillantes imágenes como en el poema El cazador de caimanes. También aporta la valentía de dar voz a los pobres oprimidos del mundo.
Pero Demolición del Arco Iris necesita una poda de referencias cultistas que abruman; también sobra, paradójicamente, la carga de banalidad que presta inútilmente a los relatos que recoge prestados de la Biblia. Y el poeta de las mil imágenes-mariposas tiene que aprender a quitarse muchas veces de en medio para no malograr versos que serían grandiosos por sí mismos, como éste: El mar tampoco duerme esta noche, como yo.
El Periódico de Aragón (1-2-2008)
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