Sargas de la iglesia de San Miguel Arcángel,
en Ibdes, obra del pintor |
(documentado en Barcelona,
1548 - Zaragoza, 1576). Pintor italiano que, procedente de Barcelona, llega
a Zaragoza hacia 1550. Dos años más tarde entra de aprendiz
en su taller Antón Claver. En la ciudad condal había pintado
para la iglesia de San Miguel un retablo de Santa Cecilia (desaparecido),
en colaboración con
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su colega Paulo Montalbergo. Debió de
ser estimado por la clientela, como se deduce de su intensa actividad artística
en Aragón y Navarra, y el haber trabajado en la capilla de San Miguel
(Zaragoza, La Seo), del rico mercader Gabriel Zaporta. Posiblemente sea
ésta su última obra documentada, por estar paralizado en
1572 por ataque de gota; todavía vivía en 1576, año
en que sigue cobrando por el retablo de San Salvador de Tudela.
Se reseñan aquí
las obras documentadas más importantes. En agosto de 1555, en compañía
del dorador Juan Catalán, se compromete a pintar y dorar el retablo
mayor de escultura de Ibdes y a realizar las puertas.
Dos años después
cobra, en Tarazona, dos mil sueldos del concejo de Paracuellos de Jiloca,
a cuenta, por haber terminado el retablo mayor de su iglesia parroquial. En septiembre de 1562 se encarga de un retablo de Santa Úrsula con destino a la basílica del
Pilar de Zaragoza. En octubre de 1565, llamándose vecino de Ibdes,
contrataba en Tarazona el retablo mayor de San Agustín de Ágreda
(Soria), finalizado tres años más tarde. En 1569 acababa
de pintar el retablo mayor de Fustiñana (Navarra), comenzado por
su colega Rafael Juan de Monzón; y por entonces empieza a obrar
en el de San Salvador de Tudela.
En 1570 don Juan de Lanuza
le encarga el diseño y las pinturas de un retablo para el monasterio
de San Francisco de Zaragoza. Al año siguiente, por encargo de Juana
de Toledo, contrata un retablo para el mismo monasterio y las célebres
puertas del retablo mayor, alabadas por Jusepe Martínez como "maravilla
de óleo". Debe de ser en 1572 cuando el pintor hace un albarán
de doce mil ochocientos sueldos jaqueses, por los trabajos realizados para
Gabriel Zaporta en sus capillas de La Seo y del convento de San Francisco,
de Zaragoza.
Si bien Jusepe Martínez
considera que Morone (Morón) nació en Siena, su estilo miguelangelesco
indica que su formación debió tener lugar en talleres romanos.
Pero tal vez antes de llegar a España estuviera en Francia, como
y sugirió A. San Vicente por advertir en sus obras ecos de Fontainebleau.
Incluso hay copias literales de L. Penni y de Primaticio que fueron grabadas
por artífices de aquella escuela francesa: por ejemplo, las hallamos
en la "Creación de Eva" de las puertas de Ibdes, o en el "Milagro
del Monte Gargano" del retablo de Paracuellos. Cabe también la posibilidad
de que estas composiciones las conociera a través de estampas.
Ahora bien, los préstamos
en sus obras son diversos, realizando con frecuencia réplicas exactas
de otros maestros. Utiliza la obra gráfica de Durero como fuente
de inspiración en las pradelas del retablo de Paracuellos y en el
de la Magdalena de Tarazona. Pudo conocer las pinturas de la Capilla Sixtina,
como parece deducirse en las puertas del retablo de Ibdes, donde elabora
un "Juicio Final" que será una de las primeras versiones del de
Miguel Ángel hechas en España; lo mismo puede decirse
del "Descendimiento" en las puertas de Paracuellos, en el que pinta un
calco directo de la célebre obre de Volterra (Roma, SS. Trinitá
dei Monti). También imita a los manieristas rafaelescos como Julio
Romano: una transcripción casi literal del "Noli me tangere" (Madrid,
Museo del Prado) la hallamos en las puertas de Paracuellos y en el retablo
de la Magdalena de Tarazona; de la "Donación de Constantino" (Roma,
Sala de Constantino) copia con gran fidelidad algunos trozos en la "Presentación"
de la capilla de Zaporta. Una réplica de la "Resurrección
de Lázaro" de Perino del Vega (ahora en Londres, Victoria and Albert
Museum), se encuentra en las ya mencionadas obras de Paracuellos y Tarazona.
El interés de Morone
radica en haber traído a España antes que Becerra las últimas
novedades que suponen la Sixtina y la Paolina, como ya hizo notar Moya.
(Carmen Morte García)
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