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La falta de fisios y enfermeras se extiende a los colegios de educación especial
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Una imagen del Colegio Público de Educación Especial Segeda, en Calatayud, donde han empezado el curso sin enfermera
P. BERNÉ | Los colegios públicos de educación especial Ángel Rivière, Alborada y Jean Piaget de Zaragoza y el Centro de Educación Especial Segeda de Calatayud llevan desde que comenzaron las clases reclamando la incorporación de varios profesionales sanitarios mientras el personal docente de estos colegios y las familias se organizan como pueden para atender a los niños. La situación que, según indican desde Satse, afecta también a varias aulas de centros ordinarios, se "agrava" en estos colegios por la complejidad del alumnado. Desde el Centro de Educación Especial de Calatayud, con 42 alumnos, informan de que hay varios que no están acudiendo a clase porque "los padres se niegan voluntariamente a traerlos hasta que no se incorpore el enfermero" que les corresponde. La plaza de enfermería no se ha cubierto desde que comenzaron las clases y al profesorado le toca asumir a diario tareas que escapan de sus competencias. "Hoy hemos tenido un montón de crisis con una niña y la situación es bastante mala...A principio de curso hubo también una caída muy aparatosa y nos tuvimos que organizar entre los docentes. Los padres nos han autorizado para dar las medicaciones orales y para cualquier otra situación llamamos a emergencias, pero hasta que llegan la situación es muy delicada. Tenemos situaciones más duras que en cualquier otro colegio y nos falta el enfermero", aseguran desde el centro.
Ana María Herrer, presidenta del Ampay madre de una joven con síndrome de Down, señala que más de la mitad del alumnado de este colegio tiene problemas "muy graves" y "prácticamente todos los niños toman medicación", una tarea que asume el equipo directivo para que no tengan que desplazarse los padres. Aun con todo, en los casos más complejos, los niños no están pudiendo ir a clase por los problemas que tienen de respiración, deglución, ataques y desvanecimientos que hacen "imprescindible" la presencia de un enfermero. "El equipo directivo asume la responsabilidad de administrar medicamentos por vía oral, pero cualquier situación de emergencia que se produce en el colegio es muy difícil de solucionar. Los maestros son maestros y el enfermero es una persona necesaria en nuestro colegio porque hay niños muy afectados físicamente, además de por su discapacidad intelectual", advierten las familias al indicar que es el tercer año que empiezan el curso sin contar con la figura de este profesional. "Los padres estamos muy cansados y muy enfadados. Todos los años tenemos la misma historia. Hace tres se alargó la contratación hasta noviembre y así no podemos estar. La administración debería tomar cartas en el asunto y ponerse manos a la obra para que cuando lleguen los chicos a clase estén todos los profesionales en sus puestos", reclama Ana María.
Heraldo de Aragón (19-9-2019)
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