Entrada de acceso a un vertedero (Foto: Ángel Castro)

D. L. G, La aplicación del coste real del servicio del vertedero de Zaragoza tiene consecuencias. Para los que ya lo utilizan y para los que se prevé que lo hagan el año que viene. Algunos municipios, como los de la zona de Calatayud ya saben lo que les espera. Otros, como los del área metropolitana de la capital aragonesa, intentan aún asimilarlo. Pero unos y otros comparten el objetivo inicial de absorber el aumento de los costes que a ellos les supone, y es evitar que se repercuta en el recibo a sus vecinos. Aunque esperaban más decisión en el órgano competente en la materia, el Gobierno de Aragón, y más agilidad en la única institución que les prometió ayudar, la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ).

Muchos responsables municipales aseguran que ya están conteniendo la subida experimentada en el 2018, de 17 a 24 euros por tonelada, y que lo harán en el 2019, ahora que están aprobando sus ordenanzas fiscales, pero que "no se resistirá mucho más". El coste real les ha duplicado el recibo a quienes ya vertían su basura en el Centro de Tratamiento de Residuos de Zaragoza (CTRUZ) con el recibo congelado. Y a los que llegan, les cuadruplicará el coste para sus arcas. Todos recalcan que lo que pagan "se tiene que detraer de otros gastos que son igual de necesarios".

El vertedero acabará con el déficit al cobrar el coste real a municipios

Práctica

José Manuel Aranda, alcalde de Calatayud, explica que ahora por este servicio pagan "diez euros por tonelada" pero el vertedero que usan "está prácticamente colmatado" y llevar todo a Zaragoza les elevará el precio a "40 euros por tonelada si añadimos el transporte". La planta de transferencia intermedia que prometió la DPZ "no sabemos cuando llega" y si se llena el segundo y último vaso en su zona, no habrá más remedio. "Puede tardar dos meses o 15 días", asegura. Y como es complicado hacer una previsión, de momento el consistorio bilbilitano lo que ha hecho es aplicar una subida del 3% en el recibo de la basura para el 2019, "un euro más por semestre", porque el "millón y pico" que se gastan en el servicio se les va a disparar. Lo difícil es saber cuánto.

Como él, Carmelo Pérez, alcalde de Belchite, lamenta que "es una vergüenza" lo que les va a suceder, porque llega "por imposición" y atendiendo a unos datos, los que da Zaragoza, que vienen de "quien tiene el monopolio". Su queja es que no se les haya ofrecido alternativas, que los números que se les aporta para explicar por qué se les sube "no cuadran" con los suyos, y que nadie aclara por qué "si, en teoría, cuanta más producción les llegue, más se aminoran los costes".

"Es más fácil de compensar y no se ha valorado bien. Tenemos la obligación de ir al CTRUZ y nos cobrarán siempre lo que les dé la gana. Si hubiera más opciones valoraríamos qué es lo mejor para nosotros", expone el primer edil.Le exige a la DPZ que cumpla su palabra y renegocie los costes con el ayuntamiento porque "al final los ayuntamientos pagamos con el dinero de los vecinos, aunque no les subamos el recibo".

Coste

Lo mismo que opina José Luis Montero, alcalde de Villamayor, que resalta al igual que los anteriores otro punto de vista relevante: "Si la tonelada cuesta lo mismo a todos los municipios, ¿por qué una tonelada va a ser más barata para los zaragozanos que para los vecinos de Villamayor?". "Se les llena la boca de hablar de despoblación y luego hacen estas cosas", responde el alcalde de Calatayud, molesto porque estas decisiones lo que menos hacen es asentar población.

Montero apela a ese estudio de costes y cuando se haga estará aplicada de forma definitiva la nueva factura, el coste real que dice Zaragoza. Y lo que salga de ese análisis, que se aplique a todos por igual. "Cuesta lo mismo gestionar los residuos de Zaragoza que en cualquier pueblo de Aragón", comenta. Un "coste global" que repartirse entre quienes viertan en el CTRUZ. Renegociar es la única solución.

Para Aranda, se debería haber contemplado la posibilidad de construir nuevas plantas con colaboración privada. Calatayud, asegura su alcalde, tenía propuestas para hacerlo, pero las alegaciones presentadas, las firmas recogidas... Nada ha servido hasta ahora.

El Periódico de Aragón (14-10-2018)