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| Real Sociedad Geográfica
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FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | A primera hora de la tarde del día 2 de febrero de 1876, bajo la presidencia del Ministro de Fomento, conde de Toreno, se reunieron los hombres más destacados en ciencias y letras. Habían sido convocados por Francisco Coello, Eduardo Saavedra y Joaquín Maldonado Macanaz, con la intención de crear en España una Sociedad Geográfica como las que venían funcionando en otros países europeos. El 27 de marzo ya estaba constituida la Sociedad Geográfica de Madrid. Según los Estatutos, la Sociedad tenía por objeto promover el adelanto y la difusión de los conocimientos geográficos, sobre todo en España, sus posesiones y países relacionados. Para conmemorar el trigésimo aniversario de la Sociedad Geográfica, se celebró el 21 de junio de 1906 una Junta General, pública y extraordinaria, recogida en un curioso folleto debido a la imprenta madrileña de Eduardo Arias y publicado aquel mismo año. En aquella ocasión el Presidente de la Real Sociedad Geográfica, Fernández Duro, dio la palabra al secretario general, Beltrán y Rózpide, que leyó un resumen de los trabajos llevados a cabo por esta Sociedad en sus treinta años de actividad.
La Sociedad Geográfica consiguió en 1894 que la Dirección General de Instrucción Pública le encomendase la redacción de un tratado elemental de Geografía para las escuelas primarias y para uso de los maestros. Varias veces pidió que se ampliaran los estudios de Geografía en Institutos de Segunda Enseñanza y en la Universidad. Por Real Decreto de 18 de febrero de 1901, se concedió a la Sociedad Geográfica de Madrid el título de Real, reconociendo así los esfuerzos de esta entidad por la cultura nacional. Entonces se le asignó anualmente una cantidad para su sostenimiento.
Hasta entonces la Sociedad Geográfica había llevado a cabo conferencias, memorias y artículos publicados en su Boletín. En 1887 había participado en la información agraria, defendiendo la utilidad del catastro y la necesidad de aprovechar las aguas de los ríos y de la lluvia, así como la repoblación de los montes, la reconstrucción de la propiedad en las comarcas agrícolas y el encauzamiento de la emigración. En su memoria de 1899 ya se habían expuesto las tareas llevadas a cabo por la Sociedad en las posesiones de Ultramar, perdidas en 1898. Por iniciativa de esta Sociedad y bajo su dirección, tuvo lugar en Madrid y en 1883 el Congreso Español de Geografía Colonial y Mercantil, siendo una de sus consecuencias la creación de la Sociedad Española de africanistas y colonialistas, después llamada de Geografía Comercial, refundida en 1906 en la Real Sociedad Geográfica. La Sociedad tomó parte activa en las tentativas de colonización de Fernando Poo, aconsejando la adquisición del cabo del Agua y la creación de un puerto frente a las Chafarinas, para contrarrestar la influencia comercial francesa. En 1877 pidió un estudio sobre un ferrocarril que cruzara el Rif, desde la frontera de Argelia hasta Tánger o el océano Atlántico. En 1901 publicó un Repertorio de tareas y publicaciones de la Sociedad Geográfica de Madrid. En 1892 convocó el Congreso geográfico hispano-portugués-americano. Gestionó la publicación de los libros con notas manuscritas de Colón, que se conservaban en la Biblioteca Colombina de Sevilla, investigó la tradición que decía que Colón había muerto en la casa de Valladolid que lleva su nombre y participó por delegados suyos en varios Congresos y Exposiciones.
Como últimos trabajos en curso se citaban el proyecto de una Asociación internacional para el estudio de los polos y la reforma de la nomenclatura geográfica de España, para evitar confusiones entre distintas localidades de idéntico nombre. A continuación habló uno de los vicepresidentes de la Sociedad, Julián Suárez Inclán, y Julio Betancourt, que lo hizo en nombre de los pueblos americanos. También tomó la palabra el Ministro de Marina, Víctor María Concas, y el Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Alejandro San Martín, que consideraba que la Geografía venía a ser "la mejor caja de caudales didácticos" y "la más pedagógica de todas las ciencias".
Faustino Sancho y Gil estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. En 1870 ingresó en la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid, fue socio del Ateneo de Madrid, al menos desde 1875, y socio de la Sociedad Geográfica de Madrid. Conocemos una circular fechada el 28 de mayo de 1877 en la que el tesorero de la Sociedad Geográfica, con sede en la calle del León, 21, que ocupaba también la Real Academia de la Historia, anunciaba a Sancho y Gil que debía 50 pesetas por su cuota de entrada, un trimestre vencido y el que vencería el próximo 30 de junio. Según el artículo 20 del reglamento, el Boletín dejaría de enviarse a los socios que debieran un trimestre y si se atrasaban otro se les daría de baja, anunciándoles en ambos casos su descubierto.
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