La Comarca de Calatayud
Archivo Bibliográfico - Enciclopedia - Directorio de Empresas - Páginas de Calatayud - Noticias - Tienda - Foro - Tablón de Anuncios

Inicio/ Noticias de Calatayud

Páginas de Calatayud
GEOGRAFÍA E HISTORIA
PATRIMONIO ARTÍSTICO Y MONUMENTAL
LITERATURA
FERIAS, FIESTAS, TRADICIONES
ARTE Y ARTISTAS
BIOGRAFÍAS
TURISMO
HOTELES Y RESTAURANTES
VIAJES
ECONOMÍA
DATOS ESTADÍSTICOS
INDUSTRIA Y COMERCIO
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
SALUD
DEPORTE
TRABAJO
ENSEÑANZA
INFORMÁTICA
ASOCIACIONES Y COLECTIVOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
VARIOS

Búsqueda de información
Google
PUBLICIDAD

Víctor Hugo y la mujer española

FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | El escritor francés Víctor Hugo (1802-1885), nacido en Besançon, fue hijo del militar José L. Hugo (1773-1828) y hermano del militar y escritor Abel Hugo (1798-1855). El 22 de mayo de 1885 murió Víctor Hugo en París, noticia que recogieron los periódicos zaragozanos cuatro días más tarde. Aquel 26 de mayo se reunió la Junta directiva del Ateneo de Zaragoza, que acordó enviar un telegrama de condolencia al presidente de la Academia Francesa y dedicar una velada literaria al escritor francés, que tuvo lugar la noche del 12 de junio. La organización del acto estuvo al cargo de Faustino Sancho y Gil, que seleccionó a los participantes, que fueron en aquella ocasión: Lucas, Alfaro, Bascones, Mediano, Marín y Martínez Gómez. Juan Sala Bonañ, nombrado secretario del Ateneo para el curso 1885-86, resumía en una Memoria las actividades de la sociedad en el curso 1884-85, y entre ellas el homenaje dedicado a Víctor Hugo: "El Ateneo no podía dejar de asociarse al duelo universal ocasionado por la pérdida del que acababa de pasar del arco de la Estrella al Panteón, en medio de soberanos honores jamás tributados; de Víctor Hugo, que fue lírico, épico, dramático, filósofo, historiador, crítico, político, orador, apóstol de la humanidad y efigie de la presente centuria, que si es grande por haber producido a Schiller, Lamartine y Espronceda, no lo es menos por haber dado cuna a Víctor Hugo".

La escritora y periodista Concepción Gimeno, nacida en Alcañiz en 1850, guardaba una bellísima carta de Víctor Hugo, que le envió el escritor francés al conocer su libro La mujer española, publicado en la imprenta madrileña de Miguel Guijarro en 1877. La mujer española. Estudios acerca de su educación y sus facultades intelectuales, un libro, "doctrinario, reformador y moral a un tiempo", con prólogo debido a Leopoldo Augusto de Cueto, estaba dedicado al rey Alfonso XII. En él la autora quería demostrar "la necesidad que tiene la mujer española de ilustrarse, y sus brillantes facultades para adquirir esa ilustración que tanta falta le hace". Consideraba que a la mujer era preciso "regenerarla, redimirla, alimentar su débil razón; y esto lo conseguiremos dándole el pan de la inteligencia, dándole mucha luz". Para ella no había sexo débil ni fuerte. "Los dos sexos son iguales ante Dios, porque a los dos sexos los ha dotado de inteligencia; siendo iguales, contraen la misma responsabilidad ante Él; pero es preciso para esto que reciban los mismos grados de cultura".

En el prólogo a Madres de hombres célebres, de 1895, aunque Carmen Simón de Palmer recoge una edición en Méjico en 1884, Salvany escribe, refiriéndose a la autora: "Tiene la distinción inglesa de una lady, mirada inteligente... ni en vida íntima ni en su vida social adivinaréis a la literata, porque ella parece siempre lo que es... una dama virtuosa y distinguida que escribe de afición, por amor a las letras y al sexo de que es gala".

En el Ateneo de Madrid fue presentada por Juan Valera y allí, el 6 de mayo de 1895, disertó sobre las Ventajas de instruir a la mujer y sus aptitudes para instruirse, que se publicó en libro en 1896. En el número de Miscelánea Turolense, que dirigía Domingo Gascón, del 20 de marzo de 1897, en cuyo número publicó Concepción Gimeno un artículo titulado "La mujer aragonesa", lleno de tópicos, se escribía: "El más grande entre los méritos de la Señora Jimeno de Flaquer está indiscutiblemente en su nobilísimo y decidido empeño en dignificar a la mujer y en recabar para ella el mejor lugar que legítimamente la corresponda en la sociedad. A ese fin han ido invariablemente dirigidos sus poderosos e incesantes esfuerzos".

En el último número de abril de 1880 de la Revista de Aragón, se reseña un banquete que había sido ofrecido por los periodistas y admiradores zaragozanos a Concepción Gimeno. Agustín Peiró fue el maestro de ceremonias. Baldomero Mediano improvisó una quintilla tras los postres y "Cojuelo" leyó una poesía de Pilar de Cávia. También tomaron la palabra Sancho y Gil, Girauta, González, Alderete y López del Plano. Tras ellos la autora leyó algunos capítulos de su libro La mujer española. El banquete tuvo lugar el 20 de abril de 1880. Sancho y Gil, en su alocución, dijo que Concepción Gimeno, según el marqués de Valmar, "discute como un escolástico, idealiza como un filósofo espiritualista, aconseja y dispone como un moralista cristiano, canta siente y pinta como un poeta simultanea y desembarazadamente, en una singular y sabrosa amalgama en que andan juntas de un modo naturalísimo y ameno la didáctica del razonador y el vuelo de una fantasía soñadora y ambiciosa". Tres días más tarde tuvo lugar una Reunión literaria promovida por Mariano Higuera, en obsequio a la escritora Concepción Gimeno, a la que también fue invitado Sancho y Gil, leyendo un ilustrado y elogioso discurso.


Altas/Modificaciones - Contacto - Información
© Calatayud.org 1999-2013