Nació
en Ariza a mediados del siglo XVI. Doctor teólogo y capellán
de Fernando II. Fue también canónigo de Tarazona y vicario
general del arcedianado de Calatayud. Fundo el colegio de religiosas dominicas
de Ariza y más tarde, en 1616, el de Calatayud. En 1605 fue nombrado
canónigo de La Seo de Zaragoza, y en 1627 obispo de Jaca, ciudad
donde falleció el 28 de diciembre del mismo año. Su cuerpo
fue trasladado a Calatayud y enterrado en el desaparecido convento
de Dominicas.