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| José Ignacio Blanco: 'Si hubieran ido 50 metros más altos, el avión habría podido salir y salvarse'
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Cinco pilotos del club de Gurrea y el alcalde, Alfredo Marco,
volaron ayer en el aeródromo (Foto: Javier Blasco)
RUBÉN DARÍO NUÑEZ | Veinticuatro horas después del trágico accidente aéreo que se cobró la vida del instructor Félix Torrubia, de 51 años, y de su alumno, Rafael Campos, de 60, al estrellarse su ultraligero, los socios del Club de Vuelo Loreto del aeródromo de Guerrea de Gállego retomaron ayer la actividad con la honda tristeza por la pérdida de un compañero de vuelo y amigo.
Este domingo se celebraron los funerales por las dos víctimas. El de Félix Torrubia, en el cementerio de Torrero de Zaragoza, mientras que el de Rafael Campos tuvo lugar en Calatayud.
Cinco pilotos, además del alcalde, Alfredo Marco, acudieron al campo y tras realizar varios vuelos con tres aparatos, intercambiaron impresiones sobre el siniestro y coincidieron en que la causa pudo ser una fuerte turbulencia. Así lo aseguró Juan José Usera, presidente del club y testigo directo del accidente ya que es uno de los tres miembros del club que a la hora del suceso estaban en el mismo aeródromo enseñando las instalaciones a un grupo de 45 escolares del CRA Violada-Monegros. "En el momento del despegue hacía mucho calor y bastante viento y vimos que perdía la estabilidad por una turbulencia y que entraba en pérdida. Como volaba muy bajo, el avión no pudo remontar y se estrellaron contra el suelo a poco más de un kilómetro de la cabecera de la pista. Todo ocurrió en pocos segundo", relató ayer.
Inmediatamente después de ver cómo se estrellaba el avió, él y otros dos pilotos del aeródromo invitaron a los niños a desalojarlo, "aunque el avión cayó en una vaguada del río Sotón fuera de su vista". Sus dos compañeros se acercaron al lugar del siniestro rápidamente con extintores, pero ya no pudieron hacer nada por salvar la vida de las dos víctimas. "Habían caído al otro lado del río y no pudimos atravesarlo", recordó.
Juan José Usera tiene muy claro que el viernes se juntaron todas las circunstancias posibles para que se produjera la tragedia. "Si hubiese volado a 150 o 200 metros de altura, posiblemente hubiera salido, pero como fue en pleno despegue no tuvo tiempo de recuperar la velocidad", manifestó. Además, este experto, también descarta que un piloto de tanta experiencia cometiera algún fallo. "Llevaba miles de horas de vuelo y había formado a cientos de alumnos", resaltó.
Esta misma hipótesis siguen defendiendo desde el Club de Vuelo de Villanueva de Gállego. Su vicepresidente, José Ignacio Blanco, atribuyó ayer de nuevo a una turbulencia el motivo de la caída del ultraligero "porque la gente que lo vio, así lo dice". Y cree que el resultado final fue también una dramática fatalidad "porque si el avión llega a estar 50 metros más arriba, habría salido y no hubiera pasado absolutamente nada porque el instructor habría hecho una maniobra que conocía y que incluso enseñaba a sus alumnos, pero la pena es que iba por debajo y a esa altura no se salva nadie por mucho que sepa", dijo.
El presidente del Club de Vuelo Loreto, que cuenta con 24 socios y 17 aviones, dejó claro que aunque suele haber viento en la zona, el aeródromo de Gurrea es "completamente seguro". Y en este sentido destaco que es el primer accidente que se produce en los 20 años de existencia del aeródromo. "Llevamos miles de horas de vuelo y miles de vuelos y nunca había pasado nada, ni siquiera un incidente", resaltó.
Por ello, insistió en que el vuelo deportivo y lúdico, que cuenta con muchos aficionados en Huesca y en Aragón, es una actividad segura. "En estos mismos momentos hay bastantes cientos de aviones como los nuestros que están volando en España. Además, los aparatos pasan revisiones periódicamente para poder obtener el certificado de aeronavegabilidad. Lo que ocurre es que un accidente aéreos es mucho más notorio que uno de tráfico", señaló.
'Voló por primera vez conmigo'
Juan José Usera es una de las personas que mejor conocía a Félix Torrubia. "'El dio su primer vuelo conmigo hace 38 años cuando era alumnos de Bachillerato y después se hizo piloto profesional", comentó. En estos años había compartido muchas experiencias ya que es muy frecuente que los socios del club de Villanueva hagan vuelos de prácticas hasta Guerrea de Gállego y viceversa.
Las causas definitivas tendrán que ser determinadas por los expertos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, que el viernes ya tomaron declaración por teléfono a Juan José Usera y a los otros dos testigos directos del siniestro. Una vez que visiten la zona, el club de Villanueva ya podrá retirar los escasos restos que quedaron del avión tras incendiarse.
Heraldo de Aragón (27-5-2012)
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