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| Purroy en romería a la ermita de San Blas
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SANTIAGO GIMENO VAL | Este próximo sábado día 8 de mayo el pueblo de Purroy irá en romería a la ermita de San Blas, precisamente en el momento que se cumplen 50 años de la inauguración de la actual ermita, fue en el año 1960. Para que los lectores estén al día de lo que hacían las gentes de Purroy en aquellos años voy a relatar la romería de 1959, celebrada los días 7 y 8 de mayo, último año que se celebró en la anterior ermita que databa de tiempos inmemoriales:
Amanecía lentamente y los destellos del sol presagiaban que iba a salir un día radiante, los vecinos de Purroy iban de un sitio para otro, las mujeres preparando las cosas de la casa y poniendo al fuego los pucheros para hacer la comida de este día, jueves 7 de Mayo, los hombres arreglando las caballerías y echando comida a los animales de corral, los niños, andaban nerviosos de un lado para otro esperando que llegase la hora de cortar el canal.
A los pocos minutos, los empleados de la central eléctrica anuncian que había sido cortado el canal, el nivel de agua baja lentamente y poco a poco se va desaguando y los barbos y madrillas van quedando atrapados en los charcos y el lodazal del fondo.
El primer tramo del canal estaba reservado para coger barbos los miembros del Ayuntamiento y el resto hasta las compuertas de la central eléctrica para todo el pueblo.
Cada cual desplegaba su destreza con el trasmallo, la red o la manga para coger todo tipo de peces y no había ninguna limitación en cuanto al número de piezas a pescar, este día.
Las gentes van haciendo acopio de barbos ante la expectación de los demás vecinos y el final de la mañana pasa de lo más divertido para todos.
El día va pasando lentamente esperando que llegue el siguiente, viernes 8 de Mayo festividad de San Blas.
De nuevo amanece y sale un día tan radiante o más que el anterior, las gentes van levantándose, muy temprano, para arreglar los animales y dejar la casa limpia.
Sobre las ocho de la mañana el personal a lomos de sus mulas y borricos y los que no andando, se van agrupando en la asomadilla de las eras, al poco llega el sacerdote ataviado con el alba y la capa, le acompañan el monaguillo llevando el Cristo crucificado en la cruz y el alguacil a lomos de un caballo, que es el encargado de llevar los panetes y todo lo necesario para realizar la liturgia.
A los pocos instantes tras la bendición efectuada por el párroco y un breve rezo empieza a caminar el personal con rumbo al camino del Ramo, seguidamente después de pasar la fuente de la Mineta y bordear el barranco, se ve la casa de Trasmón y un poco más adelante ya se divisa la ermita de San Blas, que en cuanto ve el santero que nos acercamos a ella, sale al encuentro portando un Cristo en su cruz y se arrodilla delante del Cristo que abre la romería.
Una vez llegados a la explanada de la ermita, se van atando las caballerías a los olivos y la gente busca el lugar donde se acomodará después de la liturgía y tomará el almuerzo.
Al poco tiempo el santero toca el campanillo y las gentes entran silenciosamente a oír la Santa Misa. Los panetes son bendecidos y al final los vecinos pasan a adorar su imagen y el sacerdote va ungiendo sobre sus gargantas aceite bendecido, ya que San Blas es el protector de los problemas de garganta. También tiene lugar la colecta que será repartida entre los gastos de mantenimiento de la ermita y de la casa habitada por el santero.
La gente una vez acabado el acto religioso sale a la explanada y se acomoda en el lugar elegido a la llegada. Sacan su almuerzo basado en los barbos que cogieron el día anterior y que llevan ya listos para comer y una sartén de migas que van cocinando; y tras unas horas de convivencia en el lugar vuelven de nuevo todos los asistentes a la romería, camino de Purroy, animados por los cánticos, las risas y el buen humor, regado
Obispo Mártir, desde la puesta del sol del día anterior, hasta el día de San Blas o los siete días siguientes, gozará de indulgencia plenaria. Fue pasado por la Comisión General de Cruzada, por el anillo del pescador, en manos entonces del Papa Pío VI, el 2 de Agosto de 1777, en Roma".
Unos años más tarde, el 30 de junio de 1786, transitando la Santa Cabeza de San Gregorio de Ostia, de Sestrica a El Frasno, se detuvo en San Blas, donde se llevó a cabo un conjuro para los olivos enfermos del término de Trasmón, dándose a adorar a un buen número de gente que se había congregado en el lugar.
Los olivos del término de Trasmón eran regados por el santero, además de los que pertenecían a la ermita que también los cuidaba.
Actualmente las gentes de Sabiñán suben en romería a la ermita de San Blas el primer sábado de Mayo y los vecinos de Purroy el segundo, unos montados en tractores, otros a caballo de sus motos y los más llevados por sus coches.
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