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| José Dara, IX Barón de Purroy solicita que a sus tres hijos varones se les conceda el uso del uniforme de cadetes de Reales Guardias españolas declarándoles el goce y la antigüedad a la edad de los doce años (18 de diciembre de 1809)
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SANTIAGO GIMENO VAL | é Dara Sanz, IX Barón de Purroy, consorte de María Luisa Zamora de Molina, después de hacer frente a los asedios de los franceses a la ciudad de Zaragoza y formar parte de la Junta de Gobierno que tuvo que firmar la capitulación ante dichas tropas, se marcha de la ciudad a la villa de Vinaroz (Castellón) desde donde tras explicar las penurias que él y su familia pasaron durante los asedios, formula la petición para que a sus tres hijos varones se le conceda la gracia de usar el uniforme de Cadetes de Reales Guardias Españolas.
Señor:
Don Josef Dara y Sanz de Cortés, Barón de Purroy y natural de la ciudad de Zaragoza y actualmente residente en la villa de Vinaroz, Reino de Valencia, con el debido respeto a Su Majestad expone: Haberse hallado en los dos asedios de Zaragoza habiendo manifestado notoriamente su celo político tanto en el desempeño de su empleo de Regidor (por Su Majestad) del Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de la misma, como en los diferentes encargos de confianza que puso a su cuidado el Señor Don Josef Palafox, la Superintendencia General de todos los Hospitales Militares y los que no hay necesidad de pruebas para que Vuestra Majestad se penetre de la fatiga inaudita en que se constituyó, como el riesgo de la vida por estado epidémico que reinó en toda la población, mucho mas peligroso en aquel asilo de la humanidad afligida sin que ninguno de estos penosos trabajos le detuviesen a llenar las funciones de su comisión y haber dado exacta cuenta con pocos auxilios de otros sujetos de los caudales que se firmó a su cargo.
En el primer asedio casi siendo sólo Regidor por hallarse la mayor parte de sus compañeros enfermos o ausentes atendió al cuidado del Hospital a su traslación provisional cuando el antiguo de Nuestra Señora de Gracia fue abrasado, acreditando constantemente efectividad y desvelo y añadiéndose a estos méritos el de que a pesar de su cortedad de vista fue nombrado y verificó reunir al paisanego en los continuos lances críticos para conducirlos a las baterías y puntos de riesgo.
Que también afrontado cuatro contribuciones extraordinarias y que finalmente su pingüe Mayorazgo constituido en Zaragoza y Caspe ha sido el de aquella, arrasado y el otro saqueado por los enemigos, estando ambos suelos en su poder de lo que queda plenamente deducido hallarse con su dilatada familia de mujer y 5 hijos reducido a no tener modo con que atender sin sumo apuro a su manutención y decencia, habiendo preferido este estado de escasez, al de alguna comodidad por conservar su honor ileso y acreditar su debido amor a la religión, legítimo soberano y Patria.
Ni cabe dudar Señor en esto pues a pesar de ser vocal de la Junta de Gobierno de Zaragoza nombrado por el Señor Palafox y mandado por el Mariscal Lanes continuase en ella después de rendida y la prohibición de este para que se ausentase, todo lo abandono, por no amancillar su opinión y atropellando los arduos inconvenientes que se presentaban salió de Zaragoza con su familia abandonando su equipaje y muebles y habiendo despreciado altamente los llamamientos del incluso gobierno le ha resultado la confiscación de todos sus bienes raíces.
Tanto su consorte como sus cinco hijos han sufrido la constelación epidémica y todos los horrores de aquel destructor asedio, en el que se vio precisado a abandonar su casa habitación desolada por las bombas y unos y otros han experimentado los efectos de la guerra como los mismos militares de profesión.
En atención a todo lo expuesto y deseoso que sus tres hijos de menor edad varones Don Agustín, Don Matías y Don Josef desde la infancia se dediquen a la honrosa carrera de las armas y escudándose de la Real Orden promulgada por Vuestra Majestad en beneficio de los patriotas zaragozanos en la que se digna la magnificencia de Vuestra Majestad extender la gracia de que serán atendidas sus solicitudes reverentemente se acerca A. L. C. del Ilustrísimo suplicándole que a sus mencionados tres hijos se les conceda el uso del uniforme de Cadetes de Reales Guardias Españolas declarándoles el goce y antigüedad a la edad de los doce años como si fueran hijos de oficiales del ejército ya que en estos efectos han experimentado con el suplicante los mismos que aquella gracia que espera de la intacta paternal piedad de Vuestra Majestad.
Vinaroz Diciembre 18 de 1809
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