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Vida dentro del convento de San Cristóbal de Alpartir, fundado por lo padres del convento de San Francisco de Calatayud

SANTIAGO GIMENO VAL | El Convento de San Cristóbal de Alpartir, fue casa de recreo espiritual y honesta diversión de los Reverendos Padres claustrales del Convento de Nuestro Padre San Francisco de Calatayud, en el año 1444. Apacible sitio que hermoseaban las viñas, higueras, otros árboles que llegaban hasta el heremitorio, de que hoy aun se conservan vestigios y otros Padres lo dieron a la observancia. Comenzó a ser Convento formal, en el año 1500.

A los libros que los monjes tenían en las iglesias y conventos donde anotaban los acontecimientos de mayor relevancia que ocurrían en el lugar, se les denominaba Cabreos, por tener sus tapas de piel de cabra.

Las historias de la austerísima vida del Padre Fray Juan Arribas, el secado total de la fuente del Convento por no cantar las Completas en la ermita de San Clemente, la víspera de su festividad, el día 23 de noviembre de 1737, y el comportamiento de la misma fuente en tiempos de máxima sequía, las he sacado a la luz de los manuscritos denominados "Cabreos del Convento de San Cristóbal de Alpartir". Por medio de los cuales podemos hacernos una pequeña idea de la vida que se desarrollaba dentro de este Convento.

FRAY JUAN RIBAS

El Reverendo Padre Fray Juan Ribas, Guardián que fue de Tarazona, natural de Fitero, Obispado de Tarazona. Fue también Guardián del colegio y dos veces Definidor, gran teólogo, eminentísimo en ambos Derechos y adornado en todo género de letras.

Escribió un libro que tituló: Compendium Juri. Otro: Censura Juri. Otro: de escritura. Nació en el año 1607. Siempre fue muy buen religioso y 9 años antes de morir se señaló en muchas virtudes.

Fue pobre en tanto extremo que nunca vestía ropa nueva, sí solo la que dejaban otros religiosos.

Solo tenía hábito, túnica y dos paños menores, todo viejo y remendado.

Lienzo de manga hacía de cualquier desperdicio de rasilla.

Si le escribían consultándole materias graves, respondía en el papel que le enviaban, tal era su pobreza.

Su Penitencia era sobre las humanas fuerzas. Seguía todo el coro de día y de noche y después de Maitines quedaba en oración hasta Prima. Después decía misa que le costaba una hora y después ayudaba todas las misas que se decían en el Convento.

Usaba de ásperos silicios y se azotaba tan rigurosamente que me dijo un religioso fidedigno que alguna vez acudió para que templara el rigor y que lo hallaba bañado en sangre y todo hecho una llaga.

Nunca comía mas que una escudilla de la Comunión. Dormía en tierra y traía leña en los hombros para que se calentasen los religiosos.

Fue de gran Caridad para los pobres, los acogía y repartía la comida. Los limpiaba y apedazaba. Solía detenerlos dos o tres días para confesarlos y darles la Sagrada Comunión. Cosía y lavaba la ropa de los religiosos, legos y donados.

Fue tan humilde que se tenía por la escoria y abatimiento profundo. Fregaba y servía los ministerios mas humildes. Fue indecible el grado a que llegó en esta virtud. Enfermó y llevó el mal siete días por su pie. Recibió los Santos Sacramentos con mucha devoción, paz y quietud interior. Predijo el día y hora de su muerte, ante la cual hizo que le leyesen unos soliloquios de la Pasión de Cristo Nuestro Redentor y haciendo muchos actos de amor de Dios, entregó su Espíritu a su criador en 19 de Mayo, año 1679.

No quedó su cadáver inflexible, sino tratable, de modo que cuando lo enterraban, se doblaban y volvían las manos y dedos a donde querían llevarlos. Fue su entierro con gran concurso de los pueblos vecinos, traídos por el logro de conseguir porción de su hábito. Después de muerto, despedía su cuerpo un olor, como de flores de jazmín.

El muy Reverendo Padre Fray Francisco Gómez, Vicario Principal, mandó a mí el infrascripto, recogiese las noticias de este Convento de San Cristóbal de Alpartir y halle todo lo sobre dicho. En San Cristóbal de Alpartir a 9 de Abril del año 1680.

Fray Buenaventura Gil de Bernabé

Con haber escrito este Padre Gil en este Convento y tan próximo a la muerte de este venerable, nada dice del lugar de su sepulcro, ni se halla memoria de él. Sobrado descuido: y aun se queja del descuido de los antiguos.

***


Año de 1737. Hubo un Guardián (jamás antes había estado en este Convento), que no tenía noticia de que era costumbre ir a dicha ermita a cantar Completas la víspera y el día del Santo, la misa.

Dejóse de ir dicho año y el mismo día 23 de noviembre, por la tarde, se cortó la fuente (que llevaba muy buen caudal de agua) de modo, que ni por el caño de abajo, ni por arriba en su origen daba gota de agua.

Esto fue a vista de algunos religiosos que estaban presentes. Entre ellos, moran hoy en este Convento el Padre Fray Gaspar Xinto, Predicador y el hermano Miguel Francisco, Donado. Luego ocurrió la falta cometida y dispuso el Padre Guardián Fray Thomás Ros, que luego se fuese a cantar las Completas y estando en ellas comenzó a correr la fuente con el caudal de antes.

Estaban presentes algunos religiosos legos y luego fueron a dar noticia a la comunidad. Al inmediato trienio vine yo Fray Juan Bautista de Excar a este Convento y oí el caso como queda dicho al Reverendo Padre Fray Miguel Guillamot, Fray Thomás Pamplona y otros muchos que hoy no me atrevo a individuar.

Los dichos Ginto y Francisco dicen ante el Reverendo Padre Fray Francisco Oros, Guardián actual que siempre que sea necesario, jurarán, ser el caso así y lo mismo digo yo, de haberlo oído decir a dichos Definidor Guillamot, Fray Pamplona y otros, y esto, no una sí muchas veces. No pusieron este suceso en el Cabreo Antiguo, por tener por descrédito el dicho descuido: Como si no fuera de mayor peso dar gloria accidental que de su noticia se sigue a Dios y a San Clemente, por cuya intercesión, según piadosamente creemos, obró el Santísimo dichos milagros.

Y para que en adelante sirva de aviso.

***


Otro prodigio se nota con mucha frecuencia y es: Que en tiempo de mucha sequía, cuando fuentes de mas caudal se secan del todo y aún los ríos, esta fuente al paso que otras, va perdiendo el caudal; mas cuando llega a estado de ser menester toda la que sale para el abasto preciso de la Comunidad, permanece en aquel estado mucho tiempo.

En estos últimos años de 1771 y 72, ha estado mas de un año de continuo sin salir mas ni menos agua que como un cañón de pluma, con admiración de todos; cuando a lo natural correspondía se secase a los 15 ó 29 días, como se verá en otras.

De donde venga se ignora, porque todo el monte donde está sito el Convento, está degollado con grandísima profundidad, sin tener la proporción para recoger agua.

En tiempo de sequía hacen rogativas a San Clemente, el Convento y Lugar de Alpartir y se han visto prodigios notorios. Al fin, en puntos de socorrer con el beneficio del agua, basta decir: QUE ES SAN CLEMENTE.

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