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La Real Hermandad de la Piedad recibe la
Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud
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Supone un reconocimiento a los servicios prestados al
municipio durante más de cinco siglos
El alcalde de Calatayud ha entregado la Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud a la Real Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad y la Sangre de Cristo. Se trata de la máxima distinción que puede realizar el Ayuntamiento y supone un reconocimiento a más de quinientos años de trabajo desinteresado en la localidad.
El acto ha tenido lugar en la Colegiata del Santo Sepulcro, donde ha asistido la Corporación Municipal, los miembros de la Hermandad y numerosos bilbilitanos que no han querido perderse esta cita.
José Verón, el cronista oficial de la ciudad de Calatayud, ha comenzado el acto haciendo un recorrido por la historia de esta Real Hermandad que se remonta a 1496. A continuación, tres representantes de los grupos políticos del Ayuntamiento han realizado una breve intervención en la que han resaltado el trabajo que de forma desinteresada vienen realizando los miembros de la Hermandad.
El alcalde, José Manuel Aranda ha sido el encargado de entregar la Medalla de Oro a Jacinto Júlvez, Hermano Mayor, que ha agradecido a la localidad y a los miembros de la Real Hermandad el apoyo e interés por la continuidad de La Piedad en Calatayud. Júlvez ha firmado el Libro de Oro de la Ciudad de Calatayud al finalizar el acto.
"Para mí es un gran honor que la primera Medalla de Oro que impongo como alcalde sea a una Hermandad que ha trabajado tanto y de forma tan solidaria con la ciudad de Calatayud. Su historia está ligada a la historia de nuestra localidad", ha resaltado José Manuel Aranda en su intervención para cerrar el acto.
La Real Hermandad de la Piedad tiene como uno de sus fines recoger y dar cristiana sepultura a todos los cadáveres que aparecen en la vía pública. Además realiza interesantes actividades culturales y sociales, como el reciente congreso de principios morales que celebraron en febrero y que reunió a importantes personalidades del ámbito académico.
Pero su principal actividad se aglutina durante la Semana Santa bilbilitana donde, como el resto de hermandades de la ciudad, protagoniza unas de las más antiguas y peculiares procesiones de todo el país.
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